Es el proceso por el cuál se agrupan todos los créditos y deudas que tenemos pendientes, en uno solo. Con este proceso conseguimos hacer frente a una única cuota mensualmente, en lugar de tener varios pagos con distintas entidades, se reunifican dichos pagos haciendo que la cuota mensual sea inferior a la suma de todos los anteriores.
Con este proceso se consigue un mayor control sobre las deudas siendo estas más fáciles de gestionar. Hay que tener en cuenta que este proceso se haría con todas las deudas que tengamos, y no valdría agrupar unas dejando fuera otras.
Para la unificación de los préstamos, se necesita un estudio previo de la situación económica actual. Aquí se analiza la tanto la cantidad total de los préstamos como sus intereses y sus cuadros de amortización. Para esta unificación, es muy probable que se exija como garantía, un activo o conjunto de activos, cuyo valor sea como mínimo un 20% superior a la cuantía total del nuevo préstamo.
Cuando la garantía que hemos presentado sea aceptada por la entidad, ésta nos hará una propuesta con las características del nuevo préstamo (nuevas cuotas mensuales, intereses, plazos,…). Cuando todos estos tramites estén concluidos, se procederá a la cancelación de todas las deudas que teníamos anteriormente, y se constituirá el nuevo préstamo unificado.