Una ampliación de hipoteca es un cambio en las condiciones del préstamo hipotecario del que ya somos deudores. Esto podemos hacerlo con distintos objetivos:
La ampliación de hipoteca se realiza mediante un trámite llamado “novación” y, generalmente, es más económico que firmar una hipoteca nueva.
Como norma general, es habitual esta práctica si estamos en un momento de dificultad económica o queremos conseguir un aporte extra para, por ejemplo, reformar la vivienda (siempre justificando su fin).
Cuando sabemos el tipo de ampliación que queremos solicitar, hay que cumplir ciertos requisitos para su consecución. La entidad hará un estudio para conocer la solvencia económica y para ello entre otros parámetros hay que cumplir, como por ejemplo, estar al corriente del pago de las deudas, tener un endeudamiento adecuado para poder afrontar dicha ampliación, un trabajo estable,…
La ampliación de hipoteca casi siempre suele ser más económico que la solicitud de una nueva, ya que los gastos que incurren en este tipo de operaciones suele ser menor. Siempre que la ampliación de dicha hipoteca afecte al importe, hay que tener en cuenta que conlleva gastos de notario, registro y el pago del impuesto por Actos Jurídicos Documentados, mientras que si sólo afecta al plazo, no tendríamos que hacer frente al impuesto por Actos Jurídicos Documentados.